GenshinData-1/Readable/ES/Book14_ES.txt
2021-06-07 00:55:03 -03:00

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En ese instante, me di cuenta de que yo me había convertido en un diente de león.
No podía gritar por mucho que quisiera, pues los dientes de león no tienen ni lengua, ni boca. Lo único que podía hacer era ver cómo la gigante me arrancaba cuidadosamente utilizando sus dedos pulgar e índice.
“Dientecito, dientecito, vuela lejos con el viento un poquito”,
recitó la zorro.
Sopló las semillas del diente de león, que se alejaron volando, y yo quedé atrapado en una tormenta que me arrastró.
El remolino me hizo marearme. Esos ojos, que brillaban como piedras preciosas en un lago, se alejaban de mí cada vez más junto con mi consciencia y el deseo que pidió el zorro.
“Arconte Anemo, ¡transfórmanos a los zorros en humanos, pues solo así dejaremos de temer sus arcos y cuchillos de caza!”
...
Me desperté en el bosque que había detrás de mi pueblo.
Tenía una exuberante vegetación y, en el centro, había un pequeño lago.
Me recordó a las vidrieras de la Catedral de Mondstadt, tan brillantes y resplandecientes.
La luz del sol brillaba a través de las hojas de los árboles, reflejándose en el agua como piedras preciosas fragmentadas. Era realmente bello.
Ese día hacía fresco. Yo estaba cazando en el bosque con mi arco y, al llegar al lago, sus resplandecientes aguas me recordaron a una mujer que amé hace mucho tiempo.
No recordaba cómo era, solo que sus ojos se parecían al agua del lago, brillantes como piedras preciosas fragmentadas.
Creo que perdí la consciencia y me dormí sin darme cuenta al contemplar esas rutilantes aguas.