GenshinData-1/Readable/ES/Book353_ES.txt
2022-03-28 02:07:49 -03:00

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Plaintext

Querido equipo de espeleología:
Siento haberme despedido sin mediar palabra.
Agradezco de corazón el cuidado que todos me dieron, pero no voy a poder seguir cooperando con ustedes.
Jinwu, espero que no te altere ni te entristezca mi partida. Estoy convencida de que ya cuidaste a incontables aventureros jóvenes que, a pesar de su torpeza, no se niegan a seguir tentando a su destino. Y yo, yo solo soy una más de esos tontos. Ojalá que te acuerdes de nuestros buenos momentos más que de las veces que te traje dolor de cabeza con mis niñerías. Si alguna vez llegué a tener familia, sin duda tú eres lo más parecido a un pariente que he tenido... Hay tantas historias que no me dio tiempo a compartir contigo... Tan solo pude dejarte unos cuantos nombres ambiguos en unos mapas. Ni siquiera tuve tiempo de replantearme esos nombres, consultar el diccionario y ofrecerles a todos unos nombres que al menos suenen mejor.
Sea como sea, siempre me he sentido agradecida por tu protección y cariño. Sin embargo, en comparación con sentirme eternamente amparada por ti, prefiero vivir y experimentar yo sola siguiendo mi propio rumbo.
Khedive, perdóname por ser tan infantil. Puedo comprender que tienes tu propia manera de pensar o, como tú dices, que los secretos de las profundidades de la Sima no los puede explorar cualquiera. Quizás tengas razón, es difícil que la gente común, sin una Visión, pueda hacer grandes avances.
Pero no puedo frenar mis ilusos pensamientos y preguntarme si aventureros tan famosos como Leonard, Stanley o Roald, aun siendo humanos corrientes, habrían visto los paisajes que yo vi, si se habrían adentrado conmigo en la oscuridad de las cuevas rocosas, si habrían venido a ver con sus propios ojos el fango morado oscuro que fluye como lava, los cristales azules flotantes, los viejos mapas grabados en antiguas estelas de piedra y todos esos magníficos misterios imposibles de describir con palabras... Si se habrían retirado del peligro con tal de salvar sus vidas, o si, siendo tan testarudos como yo, habrían arriesgado sus endebles vidas como humanos que son para explorar las impredecibles profundidades de la tierra...
Khedive, como erudito y humano mortal al igual que yo, ¿qué harías si te encontraras en una situación así?
Clitofo, espero que no me guardes rencor por no haber confiado en ti en un comienzo. No te odio, aunque vengas de una organización ilegal como la de los Ladrones de Tesoros, aunque parezcas un ladrón desaliñado, aunque no pongas suficiente cuidado con la higiene al preparar bebidas para los demás, aunque seas irrespetuoso con Jinwu, aunque no respetes las normas de seguridad impuestas por el Ministerio en las minas y aunque no hagas caso alguno de ninguna de nuestras advertencias... Así es esa cabecita tuya y eso no tiene solución. Como amiga, me apena no haber podido conocerte antes.
Muning, siento no poder continuar con mi trabajo. Gracias por haberte esforzado en conseguirme un puesto oficial dentro del Ministerio de Asuntos Civiles. Si no fuera por ti, seguramente ni siquiera habría alcanzado a pisar las puertas de la Sima. Quizás el Ministerio otorgue un permiso oficial después de que yo me haya marchado. Por favor, ayúdame a que lo mantengan y, si algún día puedo regresar, ¡no dudes que te invitaré a una buena comida! ¡No lo olvides!
{NICKNAME}, gracias por todo el apoyo que me brindaste durante el camino que nos dio tiempo a recorrer juntos. Gracias por haberme guiado, por salvarme en los momentos de peligro. Por todo esto, nunca te olvidaré, y no puedo evitar sentirme culpable por no ser capaz de hacer lo mismo por ti. Debes de ser algo parecido {F#a la consentida}{M#al consentido} de los dioses por poder utilizar la energía elemental durante tus aventuras. No obstante, siempre tuve una curiosidad que quizás nunca pueda satisfacer... ¿Qué piensas de los humanos normales y corrientes como yo?
En aquellos tiempos remotos cuando héroes y Yakshas combatían junto a Rex Lapis, cuando seres divinos dividieron por la mitad colosales rocas y crearon montañas, en la antigua época cuando de la piedra se creó el mar, ¿cómo pudimos sobrevivir nosotros, los seres humanos, tan insignificantes, sin ningún amparo de los dioses? El amor y el odio mundanos, la felicidad y adversidad de los mortales, nuestros logros, las disputas y los lazos que separan y unen a los humanos corrientes... Toda esta gran variedad de vivencias... ¿de verdad merecen el desprecio de los dioses? ¿Realmente es incapaz el coraje humano de conquistar ese edén inimaginable para los mortales, ese lugar donde se hallan las deidades?
Quizás sea irrespetuoso hablar así de Rex Lapis, ahora que ya no está...
En comparación con aquellos que recibieron la bendición de los dioses por casualidad, nuestro nacimiento como mortales también es fruto de la casualidad, manteniendo nuestros sueños de principio a fin, como siempre hicimos, para que nuestra condición no nos condene a una vida mediocre y esclava... En otras palabras, nos negamos a caer en el olvido, y para ello arriesgamos nuestras vidas. Para lograr pequeñas contribuciones, luchamos todos los días sin descanso, por defender el valor de los humanos... ¿Acaso no sirve para nada?
El herborista que escala el precipicio más alto para cumplir con su trabajo, el minero que se enfrenta al peligro como si fuera su pan de cada día, el obrero que incrusta clavo tras clavo en un barco de varios pisos de altura... Si esos esfuerzos se consideran mediocres y es común que hasta los propios humanos los olviden, ¿no resulta ridículo que los dioses se esfuercen por establecer una diferencia tan absurda entre los deseos y el honor de los seres humanos?
Con ello en mente, te seguí a ti, {NICKNAME}, que te adentraste en las profundidades de la Sima, enfrentando lo desconocido y lo arriesgado, desafiando los límites de tu condición humana. En cuanto a mí, aunque no me atreva a presumir de haberla conquistado o explorado, al menos espero poder incluir a la Sima en los mapas que tracé y edité, y así dejar constancia de los sitios a los que fui, de los lugares en constante devenir de la Sima, de los nombres que pertenecen a los humanos, de los nombres que me pertenecen a mí.
¡Qué ilusa soy! Creer en algo así para animar a los futuros jóvenes como yo y decirles que alguien puede llegar tan lejos aunque no haya sido elegido por los dioses, que podrían protagonizar un capítulo de la historia...
{NICKNAME}, no te preocupes por haberme marchado sin despedirme. Aún queda mucho para que mi viaje termine. Cuando me haya recuperado del todo, seguiré avanzando en las profundidades. Gracias por haberme abierto el camino, continuaré mis aventuras en la Sima hasta que mis pies no puedan más.
Querido equipo de espeleología: ¡mucha suerte!
Ojalá que pronto volvamos a encontrarnos en el camino.
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