GenshinData-1/Readable/ES/Relic15023_5_ES.txt
2022-03-28 02:07:49 -03:00

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Plaintext

En la época en la que Rex Lapis aún era joven, el sol era un carruaje que viajaba por el mundo.
Entonces, cuando las tres hermanas del cielo nocturno perecieron en la gran catástrofe, el carruaje del sol cayó en un profundo valle.
Según los habitantes de las montañas, por fortuna, el sol se recuperó y volvió a iluminar la oscura bóveda celeste.
Aunque las riendas solares volvieron al cielo infinito, un fragmento de ellas cayó para siempre.
Cuando los habitantes de las montañas se trasladaron a la gran ciudad portuaria, molieron el fragmento hasta convertirlo en arena cristalizada y se lo vendieron a una persona que supo reconocer su valor.
“Oh, no me hagan reír. Esos son rumores populares sin ningún fundamento. ¿Quién se los va a creer?
Los comerciantes del Salón Shenglu siempre han sido unos ignorantes incultos que olvidaron hace tiempo el absurdo pasado.
Al fin y al cabo, la brillante arena cristalizada no es un buen material para hacer cerámica, ni tampoco para crear lujosos pigmentos.
Tal y como dicen los mineros, aunque esta historia no sea muy confiable, lo cierto es que tanto este reloj como alguna arena
cristalizada provienen de los soldados de la Geoarmada de hace quinientos años”.
Incluso para el poderoso Yaksha era difícil aguantar por mucho tiempo en el oscuro abismo donde tuvo lugar la lucha entre la luz y la oscuridad.
Y es que los mortales necesitan la luz para no perderse en el velo de la oscuridad que todo lo engulle.
La arena fluorescente que recogían los soldados de la Geoarmada para iluminar el camino brillaba tanto como una radiante luna blanca.
Así, este reloj, que pasó de soldado en soldado, constituye el testimonio del tiempo que los mortales pasaron en el abismo.