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GenshinData-1/Readable/ES/Weapon12505_ES.txt
2021-04-26 00:42:37 -03:00

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Cuando se fundó Liyue, el océano era un territorio gobernado por monstruos y arcontes.
Los antiguos navegaron sobre las violentas olas para luchar contra el gran monstruo marino. Sin embargo, la mayoría jamás volvió de aquel viaje.
Se trataba de Bachiu, nombre que los pobladores de Liyue le dieron al rey del océano sin corona.
Bachiu solía subir a la tempestuosa superficie del mar para respirar. ¿O tal vez fue su respiración lo que causaba tempestades?
Sea como fuere, las fuertes mareas hacían que los muelles se destruyeran como simples castillos de arena.
Las colosales olas rompían en pedazos a los barcos como si se tratasen de frágiles lirios de cristal.
Entonces, Rex Lapis ordenó al indestructible jade que brotara de las obstinadas piedras.
Con él, talló una ballena tan gigantesca que ocupaba todo el océano, a la cual bautizó con el nombre de “Ballena de Jade”.
Y también talló a un gran halcón que surcaba los cielos, al que llamó “Halcón de Jade”.
Cuando la ballena fue creada a partir de la roca, en un principio se sentía atemorizada por los furiosos y descontrolados monstruos gigantes del vórtice, que la hacían temblar de miedo.
Sin embargo, con sus dientes de jade, la criatura hecha de roca luchó fervientemente contra el monstruo del abismo oceánico en su propio territorio.
Por su parte, el gran Halcón de Jade se convirtió en una lanza que clavó al monstruo contra las profundidades del oscuro océano.
Finalmente, la colosal ballena de piedra recuperó su libertad y volvió a las lejanas montañas de las que procedía.
Los cuentacuentos de Liyue siempre cuentan una versión concreta del final de esta historia:
Hoy en día, la ballena gigante de jade cristalino aún viaja libremente por las nubes de las moradas celestiales de los Adeptus.
Nada a través de ese mar de nubes infinito mientras canta una suave melodía que se puede escuchar en las silenciosas montañas escarpadas.
Si el océano osara volver a amenazar a la tierra, la ballena se sumergiría en las oscuras aguas con la misma fuerza de un cometa que cae en picado sobre la tierra.